lunes, 22 de junio de 2009

los angeles colegiales



NINGUNO comprendíamos el secreto nocturno de las pizarrasni por qué la esfera armilar se exaltaba tan sola cuando la mirábamos.

Sólo sabíamos que una circunferencia puede no ser redonday que un eclipse de luna equivoca a las floresy adelanta el reloj de los pájaros.

Ninguno comprendíamos nada:ni por qué nuestros dedos eran de tinta chinay la tarde cerraba compases para al alba abrir libros.

Sólo sabíamos que una recta, si quiere, puede ser curva o quebraday que las estrellas errantes son niños que ignoran la aritmética.

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